Hola, me presento, soy Lu y soy una GERENTE DEL HOGAR

Hola gente bonita que navega en internet en busca de contenido útil para crecer como personas, para encontrar mejores maneras de hacer las cosas, para hacer que cada día cuente en nuestro fugaz paso por este bonito planeta. Soy Luisa María Granda, más conocida como Lu y este es mi espacio tan soñado y pensado desde hace años pero que no me atrevía a hacerlo realidad.

Me presento, soy una chica de provincia muy soñadora a la que se le han ido cumpliendo algunos de sus objetivos en la vida, siempre he tenido mucha fe, y tengo una relación cercana con Dios, que aunque a veces me distraigo y olvido cultivarla como quisiera, Él no lo ha hecho y me ha acompañado en cada momento de mi vida.

Estudié una ingeniería en Contabilidad y Auditoría, que era mi pasión hasta 1 año antes de entrar a la universidad, cuando me di cuenta de que quería otra cosa para mí, como leyes, periodismo o psicología, pero fue tarde para cambiar de idea, vengo de padres de la vieja escuela que elegían lo que sus hijos iban a estudiar, y como buena niña nacida en los noventa obedecí, aunque no estaba tan descontenta porque continuaba siendo de mi agrado y era como mi tercera opción en la lista.

A lo largo de mis estudios universitarios descubrí que me inclinaba mucho hacia las finanzas, se convirtió en mi materia favorita; las fórmulas, los indicadores, los ratios y su interpretación me fascinaban, eran matemáticas pero con un sentido y propósito claro, aunque en el pénsum de mi carrera no profundizaron demasiado, fue en la maestría cuando recibí un módulo entero dedicado a Finanzas Corporativas que me enamoraron.

Descubrir conceptos como el valor del dinero en el tiempo, productos financieros, fuentes de financiamiento; y dejar de lado la carpintería que involucra la contabilidad para ir más allá con los datos de los estados financieros y su análisis importantísimo para la toma de decisiones, borró cualquier duda y supe que era a lo que me quería dedicar.

En aquel momento era exclusivamente ama de casa, por años me ocupé de mi hogar, de mis dos hermosos hijos Cami y Gabriel. Como toda mujer y madre las dudas de si lo estaba haciendo bien, venían de vez en cuando a visitar mi mente y solían quedarse a veces minutos, a veces horas y otras veces hasta semanas, esto sumado a que terminé mi maestría y no tenía en dónde aplicar mis conocimientos, estábamos pasando pandemia y lo que menos había era plazas de trabajo, más mi falta de “experiencia” por haberme dedicado a mi hogar me dificultaron encontrar un empleo.

En un momento iluminado decidí que aplicaría mis conocimientos en casa, que haría de mi hogar la mejor empresa financieramente administrada, pues no variaba mucho a la dinámica de una compañía, teníamos una fuente de ingresos, (gracias a Dios), teníamos gastos, (en ese entonces, sólo gastos), había potencial para fomentar ahorro, (que nos estaba faltando hacerlo hasta el momento), podía encontrar inversión, y gestionar mejor nuestras deudas.

Me di cuenta de que podía empezar a implementar un presupuesto para lograrlo, que podía trazar un rumbo, establecer metas a corto, mediano y largo plazo y salir de la monotonía financiera, de ese círculo vicioso de: Viene el sueldo, se va en las cuentas, pagas de todo, (colegiatura, renta, servicios básicos), vives con lo que queda y a fin de mes estiras el dinero hasta lo imposible o llegas sin él, al día 30. ¿Te es familiar?

Pues sí, éramos de las familias que vivían por vivir como venga cada mes, cuando había, pues, había, hasta salíamos al centro comercial, nos dábamos algún gustito, y cuando no, pues nada.  En lugar de planificar y decidir cuándo hacer un gasto o una compra, nos dejábamos vivir del dinero a su antojo, en vez de ser nosotros, la familia, los protagonistas.

Me di cuenta también de que como mujer, yo, no tenía ningún respaldo, no había construido nada, económicamente hablando.  Sí, había apoyado a mi esposo y trabajado en equipo para tener nuestro departamento y las cosas que habíamos hecho como familia. Pero ¿y yo? De mis lejanos años en los que trabajé en un banco y en una empresa de tecnología, no quedaba nada. Ni siquiera me eran útiles ya como experiencia para mi currículo.

Me lamentaba de no haber tenido los conocimientos de ahora en esos tiempos, hubiera ahorrado, hubiera invertido y en ese entonces, no estaría tan desamparada como me sentía, a pesar del apoyo de mi esposo y las miles de maneras en las que él se encargaba de hacerme saber que no era así. Era más un tema personal, hasta del ego podríamos decir, el hecho de sentir que no había edificado algo a nivel propio.

Pero como ya es costumbre en mis batallas internas, me levanté y supe que no era tarde, que algo podía hacer, que debía ingeniarme para generar una nueva fuente de ingresos, mía, en la que pueda hacer las cosas bien, tomamos decisiones radicales, algunas cosas cambiaron y afectaron a mi familia, pero con determinación y amor todo se pudo, cree mi emprendimiento en el que aprendí muchísimo y crecí como persona y como profesional.

Sobretodo tuve la oportunidad en mis manos de hacer las cosas financieramente bien. Mis ingresos no eran elevados, apenas superaban un sueldo básico en mi país, pero eran suficientes para empezar a poner a prueba mi método basado en finanzas corporativas aplicadas a mis finanzas personales. Además este método ya lo teníamos en curso en nuestras finanzas familiares, y daba ya sus primeros resultados

Te invito a leer mi post sobre finanzas para mujeres: ¿Cómo debe planificar sus finanzas la mujer de hoy?

Empezamos como familia una cultura de ahorro, a destinar un porcentaje para este fin, ya no era cosa de que si sobraba lo hacíamos y a la final nunca sobraba, era una prioridad, a principio de mes. Aprendimos a vivir dentro de nuestras posibilidades que gracias a nuestro diario financiero y presupuesto eran más realistas y fáciles de asimilar. Ya no caíamos en sobreestimar nuestros ingresos.

Empezamos a ver crecer nuestros ahorros, a sentirnos más cómodos cada mes, habíamos ya modificado algunas conductas impulsivas que querían sabotear nuestros objetivos, empezamos a ver que era posible cumplir objetivos a corto plazo como unas vacaciones y que caminábamos a muy buen ritmo hacía nuestras metas a largo plazo como el fondo universitario de nuestros hijos.

Sin este método que primero modificó nuestra actitud ante el dinero, luego nuestros hábitos y por último nuestros resultados no lo hubiéramos logrado, en ese momento no podía creer cuanta gente no lo conoce y vive como nosotros lo hacíamos hace poquito tiempo atrás.

Empecé a dar asesorías genuinas, que surgían en temas de conversación primero a familiares y amigos cercanos con quienes había la confianza casi espontánea de hablar de estos temas, (ya saben, no es muy cómodo aún en nuestra sociedad hablar de dinero y como lo administras), empecé a recibir feedback, mis primeros asesorados también empezaron a ver resultados con pequeños cambios, empecé a ofrecer mis asesorías y cada vez más gente estaba interesada en aprender.

Reconozco que no cobraba aún, no sabía ni como, lo que sí, tenía la certeza de haber encontrado mi propósito y que la satisfacción que me deja ayudar a los demás no tiene precio. Decidí llevar mis conocimientos a redes sociales, fue cuando nació el proyecto GERENTE DEL HOGAR, eso sí me tomo de nuevo, a pesar de que en mi maestría recibí algo de marketing digital, una cosa es la teoría y otra la práctica, seguí también cursos para manejo de redes pero definitivamente no era mi fuerte, me ha costado horrores organizarme para tener cierta constancia que aún no consigo.

Lectura recomendada: Pasa de ser Ama de Casa a Ser la Gerente de tu hogar. https://gerentedelhogar.com/mejora-tus-finanzas-familiares/

Decidí confiar en mi gusto por la escritura, otra de mis pasiones, que ya les contaré en otro post, y he creado este blog, que ha sido todo un desafío pero que con mucho amor alimento día a día para llegar a quien lo pudiera necesitar.

Subiré nuevos post cada semana en formatos de carta y otros post más informativos, con el fin de llegar a ti y nuevas personas con temas interesantes y consejos útiles para transformar sus finanzas personales y familiares, me encantaría que seas parte de esta comunidad y compartas con más personas a las que creas que les sirva también y necesiten un nuevo enfoque para administrar sus hogares, y así seamos más quienes experimentemos esta transformación de ser Amas o Amos de casa a ser unos verdaderos GERENTES DEL HOGAR.

Bienvenida/o.

Con amor,

Lu María, Gerente del Hogar.

Luisa María Granda Asesora Financiera Ingeniera en Contabilidad y Auditoría CPA Magister en Administración de Empresas, MBA

Aprende más: https://youtu.be/QZniuhgbfbQ

hhttps://youtu.be/1fSmvni5bS8

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio