Las finanzas familiares no tienen por qué ser como plantitas silvestres de esas que crecen sin que las siembres en el jardín sin ningún control ni cuidado que terminan enmarañándose por todo lado, afeando nuestro paisaje.
Esto es el equivalente a deudas, falta de planificación, malas decisiones, impulsividad, deseos frustrados y metas no alcanzadas o lo que es peor; aceptas que ese es el «paisaje» en el que te tocó habitar y te sientas sobre él a desenvolver tu vida familiar, a criar a tus hijos y envejecer.
En este blog te planteo la idea de dejar de lado ser la ama de casa tradicional que espera el salario de su marido o el suyo propio, para poner al día los pendientes: compras del súper, colegiaturas, arriendo, entre otros gastos cotidianos, para luego quedarse en cero, llegar con las justas a fin de mes y volver a reiniciar el círculo vicioso una y otra vez, sin ir a ninguna parte.
Te propongo convertirte en Gerente del Hogar, y tomar las riendas de la economía de tu familia, atreverte a crear un patrimonio sólido, salir de deudas, cumplir metas financieras y familiares como las vacaciones soñadas, estudios universitarios de tus hijos y por qué no ese auto que tanto deseas o la casa de tus sueños.
Más allá de los deseos materiales, alcanzar la tranquilidad y paz de tener un patrimonio de respaldo, un fondo de emergencias, ir conquistando tus metas y las de tu familia contribuyen a un estado mental y psicológico óptimo para el bienestar. Ese es el objetivo en si, no se trata de acumular riqueza por deporte, el ambiente saludable de una familia financieramente responsable no se puede comprar con dinero, pero si es el resultado de un conjunto de decisiones tomadas a tiempo, desde el conocimiento obtenido de una buena educación financiera.
Aquí propongo las 8 diferencias fundamentales entre un panorama y el otro, entre ser una ama de casa común y silvestre o ser toda una Gerente de tu Hogar, apuesto que nunca consideraste ni te pusiste a pensar en la número 7 y 8:
1 Mentalidad
Un ama de casa vive sumergida en la rutina, el tiempo no le alcanza para nada. Sea que trabaje en casa, o fuera y dentro de ella (así seas oficinista o cualquier trabajo fuera, todas somos amas de casa, obviamente si estás en pareja es un trabajo compartido pero de ese tema hablaremos en otro post) la queja está en la punta de su lengua; «el dinero no alcanza», «no llego a fin de mes», «la situación está terrible», «es que el país…» y un largo etcétera. Mientras que una Gerente del Hogar sabe que hay cosas que no puede controlar pero que son más las que sí y toma las riendas de sus finanzas.
2 Acción
La Gerente del Hogar es una mujer de acción, establece metas claras, alcanzables, medibles y va tras ellas, formulando un plan de acción con el que se compromete. Su incentivo son los pequeños logros diarios o mensuales que va conquistando, sabe que se empieza por ahorrar al inicio del mes o cuando llega el dinero y no al final cuando el monte enmarañado del que hablamos al inicio ya se absorbió todo.
3 Debilidades
El ama de casa vive por vivir el día a día, como venga, cede ante sus impulsos de comprar en rebajas, cae fácilmente en las estrategias de marketing de los comercios, se justifica con el tema de «aprovechar» pero compra cosas innecesarias; mientras que una Gerente del hogar, sabe que cada día importa y la acerca a sus metas, mantiene bien presentes sus prioridades y no es fácil que se desvíe de lo que tiene que hacer.
4 Educación (esta es un poco fuerte)
Una Gerente del hogar se interesa por aprender, es consciente de que no lo sabe todo y se educa constantemente, para dar lo mejor de sí misma al proyecto más importante de su vida: su familia, además de buscar su crecimiento personal y profesional. Mientras el ama de casa se distrae con telenovelas o en redes sociales con contenidos banales que no suman ni contribuyen en nada a su labor.
5 Constancia
El ama de casa pasa tan sumergida en su rutina diaria, que ni cuenta se da del paso de los meses y años, y es entendible, esto de criar hijos es un trabajo 24/7, ni siquiera ha empezado con sus propósitos de año nuevo y ya le dió mayo, junio… La Gerente del Hogar pese a estar en las mismas condiciones encuentra el espacio para sacar su cabeza de la rutina en la que esta zambullida, con regularidad, para no descuidar sus metas; si este año se propuso ahorrar $100 mensuales pues está vigilante a cumplir mes a mes sin desmayar en el intento.
6 Perspectiva
El ama de casa común no presta atención a metas u objetivos, mucho menos tiene una estrategia, mientras que la Gerente del Hogar ve las finanzas familiares como las de una empresa, finalmente ¿no es la familia el emprendimiento más importante? Plantea junto a su familia metas y objetivos, hace de su hogar un barco que rema al mismo norte y establece una estrategia involucrando hasta a el más pequeño.
7 No basta con ahorrar
El ama de casa ve al ahorro como algo inalcanzable, «esto no es para mi», «no sé cómo les alcanza» son sus frases o pensamientos comunes. Mientras La Gerente del Hogar, no sólo sabe que es posible sino que se informa de instrumentos financieros que le faciliten ahorrar y además convierte sus ahorros en inversiones que le permiten crecer exponencialmente. (Video recomendado https://youtu.be/1fSmvni5bS8?si=e5ocr5Wyw5Af_NvR)
8 Independencia económica
Una Gerente del Hogar valora su independencia económica y se niega a renunciar por completo a ella, puede acordar dejar de trabajar para dedicarse a maternar, pero eso no significa que no haya planificado inclusive su maternidad con ahorros de respaldo, o responsablemente haber acordado con su pareja según sus ingresos un dinero que ella pueda continuar manejando de manera independiente. (Puedes leer Planificación de la vida financiera de una mujer).
Tampoco descuida sus estudios y preparación profesional porque sabe que la realización personal es parte de la escala de necesidades de Maslow y contribuye directamente a su bienestar, que finalmente, es lo que transmitirá a su familia, especialmente a sus hijos. Una ama de casa tradicional espera todo en su marido y se somete por no tener un plan B.
Espero de corazón que esto sea historia de hace años y todas estemos bien despiertas.
Lu María Granda MBA, Asesora de Finanzas familiares.